ACABO DE leer a una mujer en Threads que dice que ella ha dejado de ir con sus hijos pequeños al centro de Madrid, porque tiene miedo de perderlos entre el gentío...
Lleva toda la razón. El Madrid de los barrios todavía se puede soportar, pero el centro es un hormiguero: siempre que paso por ahí me nacen enseguida pensamientos turbios relacionados con la alienación absoluta.